En esta «nueva normalidad», la telemedicina ya es una parte esencial de la asistencia sanitaria. Lejos de sustituir a las consultas presenciales, los servicios de telemedicina se han convertido en la mejor opción para realizar un seguimiento del paciente y asegurarse de que recibe una atención correcta. En el caso de la pediatría, la telemedicina ha logrado mantener e incluso mejorar la relación de cercanía entre el especialista y la familia del niño, permitiendo optimizar los tiempos de espera y alcanzando una atención eficiente, ya que el pediatra puede atender dudas concretas de los padres de manera prácticamente inmediata. Pero implementar la telemedicina en el ámbito de la pediatría tiene más ventajas. Se las mostramos a continuación.
La telemedicina sigue brindando servicios de atención médica en ocasiones y lugares en los que es imposible una consulta presencial.
Implementar la telemedicina en el sector de la salud en general, no únicamente en pediatría, permite a clínicas y especialistas poder ajustar su agenda conciliando con el horario personal y laboral del paciente. La telemedicina contribuye al ahorro de tiempo, dinero y estrés; en este caso, el ocasionado a los familiares del menor a causa del tiempo invertido para acudir al especialista, los desplazamientos, etc. Este hecho también resultará positivo para clínicas y doctores, ya que como el uso de una agenda online, como la Agenda de Doctoralia, implementar la telemedicina reducirá considerablemente el clásico absentismo del paciente —uno de los mayores contratiempos en la gestión administrativa de clínicas y consultas—.
A través de la videoconsulta médica, como especialista pediátrico le resultará más sencillo tener acceso a aquellas actividades del niño que crea conveniente observar, como su comportamiento durante las comidas o su actitud a la hora de dormir.
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Más información sobre la Consulta online3. Pacientes más cómodos
Por norma general, los niños tienden a ponerse algo nerviosos frente al pediatra, y este es otro de los motivos por el que la telemedicina pediátrica debe implementarse de forma definitiva. Como comentábamos, la consulta presencial es indispensable, pero la telemedicina ayudará al especialista a poder interactuar con el niño en un ambiente en el que se sienta más relajado.
La comunicación con el paciente es siempre fundamental, pero más todavía si hablamos de niños. De manera indirecta, la comodidad que sentirá el menor al hablar con el especialista desde su casa, no desde la consulta, permitirá una comunicación mucho más fluida. Desde su zona de confort, el paciente prestará más atención y seguramente se sentirá más cómodo a la hora de hablar sobre temas relacionados con su salud. De esta forma, el pediatra logrará un diagnóstico más rápido y preciso.
Hablamos desde niños con ciertas dolencias crónicas o enfermedades de larga duración, hasta menores que vivan en colectivos vulnerables, cuyos familiares se enfrentan a barreras geográficas o financieras. En este caso, la telemedicina servirá como una vía alternativa a la consulta tradicional, generando un vínculo de proximidad con esos menores que, por causas de fuerza mayor, cuentan con menos recursos para acudir a visitas presenciales periódicas.
Los recursos que ha aportado la telemedicina, concretamente la pediátrica, han derivado a una notable mejoría en la gestión y atención del menor, y este es el motivo por el que este sistema telemático no puede quedar en el olvido pasada la pandemia; al contrario, todo especialista debería implementarlo como un servicio más de apoyo a niños y familiares.