Tener que administrar tus propias finanzas, ya sea para tu consulta particular o trabajando para otro, es una necesidad constante en el día a día de los especialistas médicos. Pero, a pesar de ser una actividad básica, la gestión financiera es un desafío para muchos profesionales de la salud. Al fin y al cabo, las formaciones de medicina y de otras prácticas de la salud raramente abordan este tema.
Sin embargo, es necesario recordar que los consultorios también son empresas. Por eso, más allá de dominar los conocimientos técnicos del área y ofrecer una atención de calidad, un negocio de salud que espera mantenerse competitivo en el mercado y lograr sobrevivir a las crisis necesita cuidar correctamente de sus finanzas.
Si estás teniendo dificultades en ese asunto o simplemente te gustaría ampliar tus conocimientos, continúa leyendo y encuentra consejos valiosos que te ayudarán en la gestión financiera de tu consulta.
En grandes instituciones de salud, como hospitales o policlínicas, es común que exista un equipo especialmente dedicado a la parte financiera. En una consulta médica privada, por otro lado, muchas veces son los propios médicos los que acumulan este tipo de funciones, pasan a cuidar de las cuentas y no siempre saben cómo hacerlo de la mejor manera.
Dada la sobrecarga de visitas y diversas actividades de gestión, los profesionales de la salud pueden acabar dejando esta tarea tan esencial de lado, perdiendo un poco la noción de cuáles son sus principales gastos, cuánto están produciendo o si están teniendo pérdidas. Es ahí cuando comienza a surgir un problema, debido a que este tipo de información es fundamental para la organización y el éxito de cualquier negocio, y con un consultorio no es diferente.
“Los profesionales de la salud pueden acabar dejando esta tarea tan esencial de lado, perdiendo la noción de cuáles son sus principales gastos.”
Un negocio que no presta la debida atención a las finanzas puede traer como consecuencias el olvido o desconocimiento de pagos de impuestos y hasta la elaboración de proyección de gastos y ganancias, obteniendo como resultado una gran falta de previsibilidad, además de posibles intereses y multas.
Mezclar las cuentas personales con las profesionales es un error muy común, principalmente para quien está abriendo un consultorio y dando los primeros pasos como profesional autónomo.
Al visualizar tus cuentas, ¿consigues diferenciar cuáles corresponden a gastos tuyos y cuáles son de la consulta?
Para tener una mayor noción de tus ganancias es necesario que consigas separar estos dos tipos de gastos. Esta acción será beneficiosa tanto para las cuentas de la empresa como para tus cuentas personales, ya que así podrás tener un idea de tu capital mensual sin comprometer las cuentas de la empresa.
El primer paso es abrir una cuenta bancaria para tu consulta. Existen diversas entidades que ofrecen ventajas por formar parte del colectivo sanitario. Después, podrás establecer un tipo de “salario” mensual que podrás retirar cada cierto tiempo.
Registrar las sumas que entran y salen de la caja es esencial para cualquier empresa. El flujo de caja sirve para conocer los activos (ganancias) y pasivos (gastos) que tiene un negocio en un determinado período de tiempo.
A través de este registro de todas las transacciones financieras, podrás proyectar y calcular el saldo del consultorio, además de mantener el capital de trabajo, es decir, la diferencia entre los recursos disponibles y la suma de los gastos que deben pagarse.
Deberás incluir en su flujo de caja todo lo que recibiste y todo lo que pagaste, incluso cuando te parezca una cantidad poco significativa o pequeña.
Esta también es una excelente forma de saber cuáles son tus principales fuentes de ingreso y cuáles son los servicios o procedimientos que te generan mayores ganancias.
¿Sabes de dónde viene todo el dinero que entra en tu consultorio? Identificar esas actividades, servicios o procedimientos que te generan mayores ingresos, así como los perfiles de los pacientes, te permitirá planificarte mejor para realizar futuras inversiones.
Para tener mayor control de las finanzas de tu consulta, el médico también necesita entender la diferencia entre costes fijos y variables. Conocer estos dos conceptos te permitirá prever futuros gastos de tu empresa y programar tus próximos meses.
Los costes fijos son todos aquellos que no están directamente relacionados con el número de pacientes atendidos, pero que están presentes todos los meses, como el alquiler de la consulta o el salario de tu equipo de trabajo. Por otra parte, los costes variables cambian de acuerdo al número de pacientes y procedimientos realizados, incluyendo, por ejemplo, materiales desechables y medicamentos.
Si observas que compraste determinada cantidad de materiales en los últimos meses, por ejemplo, puedes suponer que una cantidad parecida será necesaria para los meses siguientes. De esta forma, puedes programar para realizar una comprar más grande o elegir hacerla con frecuencia trimestral o semestral, así también aumentarán las posibilidades de conseguir un descuento con los proveedores.
Los imprevistos ocurren y, cuando esto pasa, la mejor manera de prevenirlos es teniendo una reserva financiera. Esa es una regla de oro que vale tanto para tu vida personal como profesional, y es de gran importancia para ambos casos.
Tu reserva financiera puede estar en una cuenta de ahorro de la empresa, aunque también existen inversiones simples que rinden un poco más.
Eso va a permitir que la empresa se mantenga incluso en caso de imprevistos, como por ejemplo, la reducción del número de pacientes ocasionada por la pandemia de COVID-19.
De hecho, si está bien organizado, parte de ese dinero también podrá ser invertido en otras acciones para promover el crecimiento de tu consulta, como invertir en marketing para aumentar la adquisición de pacientes o mejorar la experiencia de tus pacientes.
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Contar con un banco de datos con tus registros financieros es la mejor manera de controlar los resultados de la consulta.
Facturación, número de consultas reservadas, porcentaje de pacientes nuevos y recurrentes en determinado período, pagos realizados y pendientes... Todos esos detalles impactan directamente en tus finanzas, y tener a mano esa información te permitirá tomar mejores decisiones de negocio.
¿Pero cómo obtener esos datos? Sacarlos manualmente puede llevarte un buen tiempo y aún así, están sujetos a errores humanos. Por eso, es mejor contar con una herramienta diseñada especialmente para ayudarte a gestionar las finanzas del consultorio.
Con la herramienta Informes de la Agenda online de Doctoralia podrás visualizar esos y muchos otros datos:
Este panel de control te permite monitorizar tus ingresos generando informes de la consulta en tiempo real y de forma muy visual. Además, podrás personalizar y filtrar los datos de acuerdo con tus preferencias y exportarlos de forma rápida e intuitiva.
Una herramienta todo en uno para gestionar tu consulta, aumentar tu reputación en Internet y mejorar la experiencia de tus pacientes.
Quiero saber másRecuerda mantener separados los gatos personales y del negocio, registrar el flujo de caja, controlar los costes fijos y variables, adelantarte a los imprevistos y contar con una herramienta que te muestre todos los datos relevantes sobre tu consulta en un mismo lugar y de forma visual.
¿Qué te han parecido estos consejos básicos para gestionar de forma más eficiente los costes de tu consulta? Si te ha resultado interesante, comparte el contenido con otros especialistas. 😊