En el periodo de crisis sanitaria más dura de las últimas décadas, los profesionales del sector se han visto más expuestos a condiciones de malestar físico y psíquico. Pero, ¿cómo se puede hacer frente a esta situación y por qué este sector es el menos propenso a pedir ayuda?
Burnout en las profesiones de la salud: un hecho a no subestimar
Actualmente, el sector salud le está dando cada vez más importancia a la salud mental con tal de mejorar el bienestar de los trabajadores del sector salud, ya sea con terapias psicológicas o mesas de ayuda. Sin embargo, no son pocos los profesionales que se resisten a buscar ayuda para su malestar psicológico, de hecho: alrededor del 40% de los médicos intentan evitar cualquier tipo de tratamiento de salud mental.
Además de las medidas sugeridas para prevenir o reducir las crisis nerviosas a nivel individual, como realizar actividad física y tener una dieta equilibrada, apoyo familiar, también hay muchas soluciones previstas a nivel organizativo. Un ejemplo son los grupos de escucha, que constituyen espacios seguros donde puedes retirarte temporalmente de situaciones estresantes y recibir apoyo.
“Alrededor del 40% de los médicos intentan evitar cualquier tipo de tratamiento de salud mental”
Disciplinas médicas: ¿Cuáles están más dispuestas a pedir ayuda? 🤝
En general, se ha estimado que aproximadamente uno de cada tres médicos sufre o ha sufrido una crisis nerviosa en algún momento de su carrera. Esto, por supuesto, no sólo podría interferir en el propio bienestar, sino también en la calidad de su trabajo, que es fundamental para asegurar el bienestar de los pacientes.
Hay quienes están dispuestos a pedir ayuda y quienes no. Pues solo el 27% de los médicos que sufren crisis nerviosas acudirían a un psiquiatra o psicoterapeuta. Y no solo eso: entre el personal sanitario que con mayor frecuencia se encuentra agotado o deprimido, los sectores más propensos a pedir ayuda son los del sector psiquiátrico, salud pública, ginecología, pediatría y anatomía patológica.
Por otro lado, los médicos más reacios a pedir ayuda son los pertenecientes a la cirugía general, reumatología, urología, alergología y nefrología.
¿Por qué existe esta reticencia a pedir ayuda?
En un estudio se preguntó a los médicos la razón por la que no piden ayuda, las respuestas más comunes están relacionadas con la gravedad de la angustia psicológica experimentada: la mitad de los médicos dijeron que sus síntomas no eran lo suficientemente graves como para ser tratados, o que en cualquier caso, podrían ser capaces de lidiar con este problema sin ayuda profesional.
Otras razones relevantes, por otro lado, están vinculadas a la cantidad de trabajo que presiona al sector salud: más del 39% de los entrevistados, de hecho, afirmó estar sobrecargado por compromisos laborales.
A pesar de ello, vemos cada vez más médicos animando a sus pacientes a buscar ayuda psicológica para poder compartir sus preocupaciones sobre ansiedad, depresión y todo tipo de malestar psicológico.
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