El gigante Amazon, que ya ha comprobado el éxito de las búsquedas por voz a través de Alexa ha visto una nueva oportunidad en el sector de la salud. A partir de ahora, podrán realizarse consultas de salud a través de su asistente de voz, ¿supone eso una amenaza para el sector de la salud tal como lo conocemos hoy en día? ¿O puede convertirse en una nueva oportunidad de negocio?
Son muchas las novedades y los avances que se han producido en el ámbito de la salud gracias a la tecnología en los últimos años. Desde las ya clásicas consultas sobre temas médicos en buscadores como Google hasta la realización de intervenciones médicas de forma virtual o la posibilidad de acudir a la consulta de un especialista sin salir de casa. Con tantos cambios, no es de extrañar que el gigante Amazon haya empezado a mostrar interés en el ámbito de la salud. Y es que Reino Unido es el primer país en probar el asistente de voz de Amazon para la consulta de temas médicos.
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, NHS, por sus siglas en inglés, se ha asociado con Amazon con el objetivo de que las personas mayores, invidentes o que presenten dificultades para realizar búsquedas de información sobre salud en Internet, puedan hacerlo de forma rápida y sencilla a través de Alexa, el asistente de voz de Amazon.
Esta iniciativa busca poder ofrecer información fiable sobre enfermedades comunes a este tipo de pacientes. Alexa, que funciona con el algoritmo de Amazon, utiliza la información de la web del NHS con tal de poder dar respuesta a preguntas como por ejemplo: cómo tratar una migraña o bien consultar cuáles son los síntomas de la gripe.
El asistente de Amazon, así como Siri o Home, los asistentes de voz de Apple y Google, respectivamente, ya permitían hacer búsquedas sobre temas de salud, ya que las respuestas se basan en la información existente en la red en función de la popularidad.
Llegados a este punto, es normal cuestionarse si la información que se muestra es fiable o no. Dado el gran volumen de información que hay en Internet, es difícil discriminar la información que ha sido contrastada con profesionales y la que no y, es en ese momento, cuando acuerdos como el de Reino Unido y Amazon, cobran toda su importancia.
Una vez más, vemos cómo los avances tecnológicos, aplicados en salud, pueden ser de gran utilidad no solo de cara a los profesionales médicos sino también para los pacientes, que, de esta forma, tienen nuevas vías para resolver sus dudas sobre salud.
Así como cuando llegó la era de Internet hubo un proceso de adaptación, a medida que aparezcan nuevas tecnologías, como el caso del asistente de voz de Amazon, en todos los ámbitos habrá que tomar conciencia de que el hecho de poder hacer ciertas gestiones o consultas de forma online no elimina ni sustituye las visitas físicas a la consulta del especialista.
De hecho, el secretario de salud de Reino Unido, Marc Hancock ha asegurado que lo que se pretende con este acuerdo es "capacitar a cada paciente para que tome un mejor control de su atención médica" al mismo tiempo que se da una respuesta al boom de las búsquedas mediante voz a través de dispositivos móviles.
“El hecho de poder hacer ciertas gestiones o consultas de forma online no elimina ni sustituye las visitas físicas a la consulta del especialista”.
Son tiempos de cambio y, como toda novedad, siempre causa cierta desconfianza. Y no es para menos, los recientes escándalos sobre seguridad en aplicaciones como FaceApp o los propios asistentes de voz que han sido acusados de escuchar ininterrumpidamente las conversaciones privadas. En este sentido, desde Amazon se asegura que los datos se cifrarán en origen y no se podrán compartir con terceros ni se podrán utilizar en la elaboración de perfiles de usuarios.
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