La crisis sanitaria vivida por la covid-19 y la posibilidad de trabajar de forma telemática para muchos profesionales de la salud ha acelerado un movimiento que venía creciendo en los últimos años y que ahora coge más importancia que nunca: La digitalización de clínicas y consultas en entornos rurales.
Hoy por hoy, las impresoras 3D en medicina son muy comunes, tanto en clínicas como hospitales avanzados. Los médicos e investigadores utilizan esta nueva tecnología para crear tratamientos y dispositivos que se adapten lo mejor posible a cada persona.
La telemedicina ha evolucionado de forma extraordinaria desde el último año. Las circunstancias originadas por la llegada de la pandemia han forzado a reducir la atención presencial y sustituirla, en una gran mayoría de ocasiones, por vías telemáticas. Y aunque todavía existen profesionales del sector de la salud que se muestran algo disconformes en implantar la teleconsulta como una alternativa a la consulta tradicional, lo cierto es que esta opción ejerce un impacto importante y beneficioso, tanto para clínicas como para especialistas y pacientes. De hecho, entre estos últimos, los enfermos crónicos han visto en la telemedicina una forma de lograr un seguimiento personalizado de su especialista, ahorrándose tiempos de espera innecesarios y ganando una atención inmediata.
La gestión online en el sector de la salud ya es imprescindible. Las nuevas necesidades de una sociedad cada vez más digitalizada están obligando a cambiar tanto el sistema interno de clínicas y consultas como la atención y el cuidado de sus pacientes.
Herramientas como la agenda de gestión de clientes, la reserva de cita online, los recordatorios automáticos de cita o la videoconsulta, están pensadas para facilitar la administración de estos centros, ahorrando tiempo en recepción y favoreciendo la experiencia del usuario.
Según un informe de INTERPOL, durante el 2020 se produjo un aumento alarmante de los ciberataques contra las administraciones y las infraestructuras sanitarias. La incertidumbre provocada por la pandemia y el aumento del teletrabajo han contribuido a un mayor crecimiento en el robo de información con un claro objetivo: farmacéuticas y centros de salud.
A raíz de la COVID-19, la industria médica se ha transformado en pocos meses. Aunque este cambio hacia lo digital no ha sido voluntario, sin duda ha llegado para quedarse. Cada vez hay más pacientes en el mundo digital, los cuales esperan ser atendidos desde la comodidad de su casa.
6 de cada 10 españoles estarían dispuestos a acceder a atención médica a distancia*. Un vistazo rápido a Google Trends nos demuestra que los españoles hemos buscado más que nunca términos como "telemedicina" o "videoconsulta". Y es que todo parece indicar quela teleconsulta médica ha venido para quedarse.
La plataforma de telemedicina de Doctoralia ha ayudado a miles de especialistas y pacientes durante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Hemos recogido algunos de los datos obtenidos durante el pasado estado de alarma para darle a conocer qué especialidades han sido más demandadas o qué regiones de España han usado más la videoconsulta durante los últimos meses:
El COVID-19 llegó a nuestras ciudades, atravesando fronteras y modificando, de forma radical, nuestro día a día. La excepcionalidad de la situación hizo que todos y cada uno de nosotros tuviésemos que invertir esfuerzos en ayudar a frenar esta pandemia. Ante esta situación, la telemedicina se posicionó como una de las herramientas clave para seguir cuidando de los pacientes con seguridad.
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